9.24.2007

"El Proceso" en la Expansión de la Conciencia

Perspectiva de nuestro propio ser
A lo largo de la historia la pregunta sobre la naturaleza humana ha sido preocupación de pueblos, culturas y razas. Estudios del complejo fenómeno humano y de sus procesos de desarrollo han sido abordados por diversas ramas de la ciencia, distintas corrientes de pensamiento, que a partir de sus propias percepciones, conocimientos y experiencias han aportado datos importantes relacionados con el saber de quién es el ser humano. La búsqueda espiritual ha sido motivo de interés y estudio por filósofos, psicólogos, artístas y muy especialmente por corrientes religiosas y espirituales. La exploración espiritual se centra en una pregunta: ¿Quién soy? El cuestionamiento sobre nuestra naturaleza comprende abrirnos al misterio de nuestro propio ser con todos los desconciertos, anhelos y ambiciones. Desde la visión humanista, el auto-conocimiento consiste en el Proceso de Expansión de la Consciencia, a través de este proceso de desarrollo interior el ser humano llega al conocimiento de si mismo y del universo.El Dr. Ravi Ravindra, Profesor de Física y Catedrático afirma en su libro “La amplitud potencial de la naturaleza humana” …a pesar de que la verdad de nosotros mismos no es independiente de la verdad acerca del cosmos es necesario descubrir en nuestro interior un espacio de mediación y juicio ya que de lo contrario existe el riesgo de perderse en contradicciones, conceptos, palabras sin sentido y sin significado. El espacio al que el autor hace referencia es la dimensión espiritual propia de la naturaleza humana. Buscar y encontrar el camino del auto-conocimiento, el conocimiento de la conciencia sobre si misma y sobre el cosmos, a partir de tal concepto las corrientes espirituales orientales presentan una alternativa ante esta búsqueda.El Dr. Ravindra en su conferencia dictada en 1997 en la Convención de Adrar “Vida Diaria y Práctica Espiritual” inicia con esta reflexión:Las verdades profundas gozan de la característica de ser la línea vital hacia el sentido común. Por el contrario, la trivialidad de la vida ordinaria y diaria puede sumergirnos completamente. Comencemos con un verso de Krishna, (Bhagavad Gita III.30):

Renunciando a todas las cosas,
vuelve toda tu atención hacia mí,
y mentalmente alerta a tus yoes más profundos,
sin expectativa, sin egoísmo, lucha sin agitación.

Si no sentimos un aprecio a estas profundas ideas no será fácil ponerlas en práctica.
Aunque podamos citar estas cosas teóricamente, no seremos prácticos con respecto a ellas. Cada uno de nosotros tiene su propio Krishna. Él no es un dios sectario, que posea una cierta medida o forma y al que necesitemos obedecer.

EL PENSAMIENTO ORIENTAL, "Motivo de Reflexión"

¿Existe un comienzo?
Francis Story

(Estudioso a profundidad de la filosofía Budista de mente aguda y analítica)
"no es posible descubrir el origen de los fenómenos,
y no se puede encontrar el origen de los seres obstruídos
por la ignorancia y entrampados por el deseo ".



No es que el buddhismo niegue la teoría de un Dios-Creador, pero considera la hipótesis no sólo innecesaria, sino también incompatible con los hechos conocidos. Si para poder existir el mundo debió haber tenido un creador que lo antecediera, ¿cómo es que este mismo creador llegó a existir, y por medio de qué leyes estaba gobernada su naturaleza? Si tal ser fue capaz de existir sin un creador, la única razón para asumir su propia existencia es removida, porque el mundo mismo puede igualmente existir sin una causa que le anteceda. ¿Pudiera decirse entonces que el universo y el proceso de vida tuvieron algún comienzo, o estamos obligados a pensar en términos de comienzos sólo debido a las limitaciones de nuestra propia mente?
Un comienzo es un evento que tiene que suceder en un punto específico del espacio y del tiempo. No puede ocurrir en el vacío sin tiempo porque las tres condiciones del tiempo -pasado, presente y futuro- que son necesarias para que suceda cualquier evento, no pueden darse en un estado sin tiempo.
Para que cualquier evento suceda, debe existir el tiempo antes de que suceda (pasado); el tiempo en que sucede (presente) y el tiempo después de que sucede (futuro). Pero el tiempo es todo él un concepto relativo: deben existir eventos sucediéndose para hacer posible que el tiempo exista, y es sólo a través de ciertos eventos sucediéndose regularmente, tales como la rotación diaria de la tierra y los cambios de estaciones, como el tiempo puede ser conocido y medido.
El acontecer de eventos necesita de la existencia de cosas. Por cosas queremos decir objetos que ocupan espacio y que por sus movimientos entre sí marcan no sólo divisiones en el tiempo, sino también áreas medibles en el espacio. Espacio y tiempo son entonces una unidad; un todo cualitativo con partes cuantitativas o relaciones. Podemos considerarlas por separado, pero no podemos adelantar ninguna declaración sobre una que no involucre en cierta manera a la otra. En una pincelada ésta es la base de la teoría de la relatividad. El conocimiento del espacio y del tiempo depende de la conciencia y de la posición sin ningún punto fijo de observación. El movimiento espacial y temporal es común tanto al observador como al objeto observado, de tal manera que lo que puede ser conocido no es una "cosa" sino simplemente una relación.Cuando esto es comprendido se desprende que nunca pudo haber existido un comienzo –un origen que surge de la nada– del universo o del proceso de vida. Es cierto que el universo como lo conocemos se desarrolló de la materia dispersa de un universo previo, y cuando desaparezca, sus restos, a la manera de fuerzas activas, darán nacimiento, después de un tiempo, a otro universo en exactamente la misma forma. El proceso es cíclico y continuo. El complejo espacio-tiempo es curvo, y en una construcción curva de interrelaciones no puede haber un punto de origen o salida, de tal manera que en estas series de causas relacionadas es inútil buscar una Causa Primera. Tenemos la tendencia a buscar primeras causas y las pensamos necesarias sólo porque nuestras mentes están condicionadas a la relatividad temporal y espacial; la mente, por su propia naturaleza, debe operar dentro del mecanismo del cual es ella misma una parte; sólo puede tratar con relaciones. Esta es la razón por la que se dice en textos buddhistas –"no es posible descubrir el origen de los fenómenos, y no se puede encontrar el origen de los seres obstruídos por la ignorancia y entrampados por el deseo ".De la misma forma que un universo da origen a otro a través de la energía residual que continuamente se renueva a sí misma –eso es, por medio del principio de la indestructibilidad de la materia– en esta misma forma la vida de un ser da origen a otro ser que no es el mismo en identidad y que no implica un ser inmutable, permanente. Aquello que los une es llamado en el buddhismo "kamma", o actividad volitiva; la continuación del proceso causal es llamada "samsara", o los ciclos del renacimiento; la actualidad del renacimiento y de la existencia sin ningún principio permanente de identidad o ser es llamada "anatta".Cuando se dice que los ciclos del mundo o períodos del mundo, conocidos en el buddhismo como kappas, son de una duración inmensurable, debe ser recordado que todos los conceptos de tiempo son relativos; los medimos desde nuestra propia posición. En un contexto espacial inmensurablemente más vasto, el contexto del tiempo se alarga correpondientemente, de tal manera que eventos que cubren millones de años con nuestros cálculos, pueden ser medibles en términos de segundos. El cerebro puede enredarse con el concepto de infinitas construcciones espaciales-temporales que encajan o se impregnan entre sí interminablemente en todas direcciones, pero no está totalmente fuera de las posibilidades de la imaginación humana. Aparece con bastante frecuencia en el pensamiento buddhista; hay un número infinito (expresado convencionalmente como "diez mil", o "incalculable") de universos y treinta y un planos de existencia que tienen amplias diferencias en la medida del tiempo.Lo que es impensable es un estado no-causal donde ni el espacio, ni el tiempo ni los eventos tienen existencia alguna. Esto tiene que ser comprendido por medio de la percepción directa, lo que significa deshacerse de las cadenas de la relatividad y de sus conceptos y procesos, y contactar dentro de uno mismo el "asankhata" o elemento incondicionado. La mente pensante, racional y discursiva, al agotar su exploración de los fenómenos y descubrir que todos ellos son impermanentes y carentes de realidad esencial, debe trascender este mecanismo, parar los impulsos generativos, y así producir la liberación final de todos los procesos. Esta liberación final es llamada Nibbana.






Artículo tomado del libro Dimensions of Buddhist Thought por Francis Story (Buddhist Publication Society, Sri Lanka, 1985). Traducción española por Marco Ornelas. Este texto fue primeramente publicado en "The Young Buddhist" Year Book de las Sociedades Budistas de la Universidad de Singapore y de El Politécnico de Singapore; 1968/1969. Traducción española con permiso del Ven. Bhikkhu Bodhi de la Buddhist Publication Society. Este material puede ser reproducido para uso personal, puede ser distribuido sólo en forma gratuita. Traducción española©CMBT 2001. Última revisión viernes 8 de junio de 2001. Fondo Dhamma Dana.

"La Rueda Tibetana de la Vida" Mahakala, la divinidad del tiempo

Esta imagen secreta se creó como un modo de acceder a las enseñanzas de un maestro con el que se tenía contacto directo. Es fuerte inspiración para el aspirante espiritual, se pinta en los monasterios tibetanos y brinda a los monjes y peregrinos una vía de profundizar en su propio ser. Transmite en terminos visuales y simbólicos las verdades espirituales que hay en el fondo de nuetra existencia física.
Mahakala, la divinidad del tiempo, apresa cuatro círculos concentricos. En el externo se muestran las doce condiciones que atan al ser individual a la existencia (ignorancia, avaricia, lujuria,...), En el segundo círculo estan los seis mundos que forman el universo; de los dioses, de los titanes, de los hombres, de los duendes, de los fantasmas y de los seres infernales. En el tercero aparecen diversas condiciones que conducen al nirvana y otras que alejan de él. En el círculo interior los tres venenos que producen la ilusión que ata a la existencia: ORGULLO (el gallo), IRA (la serpiente) y el apego (el cerdo). La rueda de la vida revela las causas del sufrimiento y el constante renacer con imágenes sublimes afirmando que la liberación es posible al reconocer la ilusión que ata indebidamente a la existencia efimera.

TAOISMO " Promete la inmortalidad y admite la metemsicósis"

Filosofía religiosa practicada prepoderantemente en China tiene alredor de 30 millones de adeptos, formulada por Lao-Tsé a quien se le atribuye la obra fundamental de esta religión: el Tao Te Ching (El libro del Camino Recto).
El Taoísmo exalta el sometimiento del hombre al Tao (camino), "al curso eterno de los acontecimientos".

Reprueba las luchas humanas y aconseja la humildad, la resignación a las cosas que están al alcance de la mano, la falta de ambición. Como preceptos exige no matar, no consumir bebidas embriagante, no mentir, no robar y no cometer adulterio. (Condiciones que se encuentran en la religión judeo-cristiana). Recomienda como virtudes la piedad filial, lealtad, bondad hacia las criaturas, paciencia, sacrificio de sí mismo por los pobres, liberación de la esclavitud, enseñar al ignorante y hacer las ofrendas a los dioses. En el siglo IV a. C el Taoísmo se convirtió en culto popular cuando sus seguidores se liberaron de la metafísica y se entregaron a la práctica de la alquimia, la magia y la adivinación. Hacia el siglo II d.C., Chang Tao Ling la fundó como religión y se nombró su primer "Cabeza de iglesia". Pontificado fue abolido en 1927 por el gobierno chino. Sin embargo, el Taoísmo sigue siendo con el Confucionismo y el Budismo una de las religiones más difundidas de China.

"EL Budismo" Acepta la reencarnación ofrece mandatos para el bienestar moral y espiritual

El budismo ofrece mandatos para el bienestar moral y espiritual de cada individuo y los exhorta a tener compasión, por cualquier forma de vida. Dado que creen en la reencarnación, todos los budistas deben aceptar la responsabilidad de la manera en que ejercen su libertad, ya que las consecuencias de la acción puede ser vista en vidas posteriores.
Doctrina fundada por Buda (El Iluminado) Siddharta Gautama cuenta con más de 500 millones de seguidores en Extremo Oriente, particularmente en el Tibet, China y Japón. Em su forma primitiva atea (Pequeño Vehículo) Buda es solo el “iluminado” que encontró el camino de salvación. Posteriormente se divinizó a Buda y su persona y vida se convirtieron en el centro de la vida religiosa (Gran Vehículo). Las cuatro grandes verdades fundamentales del budismo de las cuales derivan las prácticas ascéticas de esta religión son: 1) la existencia es sufrimiento 2) el deseo es causa de la existencia y la renueva a través de sucesivas reencarnaciones 3) es posible liberarse de la existencia 4) la liberación se consigue negando el deseo en todas sus formas El alma del hombre no es una sustancia personal distintas de sus actos sino el mero conjunto de sensaciones y pensamientos, a lo sumo articulados por una sutil estructura que es como una sombra del cuerpo y que se renueva incesantemente. El yo permanente bajo los actos psíquicos es una vana ilusión, fruto del deseo y del egoísmo. No obstante el frágil y variable complejo de actos transmigra y será adecuadamente premiado o castigado en una vida futura. Para escapar a la cadena de transmigraciones hay que seguir el camino, El Vehículo enseñado por Buda: Vivir una vida moralmente recta, abstenerse de bebidas alcohólicas, practicar la continencia y entregarse a constantes meditaciones de los deseos. La existencia actual es el resultado de actos anteriores a ella. “Somos lo que antes hemos pensado”, los deseos que tenemos en esta vida y los actos que los realizan son el ímpetu que nos hace reencarnar en una existencia futura. Deseo, acto y existencia constituyen el fundamento de la vida terrenal. La liberación se obtiene al extinguir el deseo. Quien haga esto llegará al Nirvana: no es un lugar ni un estado, es un vacío en el que se disuelve la individualidad aparente. El monje budista serenamente concentrado en sí mismo, exento de deseos, es la imagen del Nirvana en este mundo.
Si bien muchas de las ideas principales del budismo fueron tomadas del brahmanismo, ambas religiones se diferencian en importantes aspectos del dogma y del culto. Los budistas creen que únicamente los hombres pueden alcanzar la divinidad gradualmente, que la materia es eterna y que Dios está en constante reposo. Para los brahmanes, dios puede aparecer en forma de hombre o animal, y está permanentemente en acción; la materia ha sido creada, los libros sagrados son indiscutibles, y los sacrificios necesarios. Coinciden las dos religiones en la aceptación del principio de la Metempsicosis (transmigración del alma) y en la exaltación de los preceptos morales que demuestran una concepción equivalente del bien y del mal, originariamente, el budismo no pretendió ser más que un método de Mientras Buda creía que la vida es inseparable del dolor, pero, el brahmanismo aspiraba como meta de la felicidad a la desaparición de la vida personal mediante la identificación del espíritu impersonal (Brahm), para Buda el ideal supremo está en la extinción de todo deseo, en el nirvana, indiferencia ante la vida y la muerte, ante el dolor y el placer. La moral búdica señala cinco prohibiciones: matar, robar, cometer adulterio, mentir y embriagarse; establece diez faltas: asesinato, robo, fornicación, mentira, maledicencia, injuria, engaño, envidia, odio y error dogmático, y recomienda la práctica de seis virtudes trascendentales: la limosna, la moral perfecta, la paciencia, la energía, la bondad y la caridad o amor al prójimo. Menos rígido que el brahmanismo, ofreció a sus adeptos la posibilidad de disfrutar después de la muerte de inefables goces y delicias materiales, por lo cual encontró amplia acogida entre el pueblo humilde. Se convierte en la religión oficial de China en el siglo IV, se difundió a Corea,
Japón y se extendió al Tibet donde a impereado desde el siglo IX. A partir del siglo XIII el Lama se convirtió en Jefe Espiritual. Después de quince siglos de lucha, el brahmanismo expulsa al budismo de las zonas centrales de la India. Hoy profesan esa religión más de 150 millones de personas. Los preceptos budistas se encuentran contenidos en la triple Biblia, llamada Tipitaka, o Tripitaka, formulada en el primer siglo antes de Cristo. El enfermo budista es vegetariano generalmente y a menudo buscará la ayuda del cuerpo médico para asegurarse que pueda tener un tiempo de total tranquilidad para meditar. En los moribundos puede rechazarse la administración de medicamentos que pueden obnubilar la conciencia si éstos interfieren en su capacidad para meditar, especialmente por que meditar sobre su propia muerte ejercerá influencia en la siguiente reencarnación. Los budistas creman en su mayoria a sus muertos con el fin de que el alma pueda ser liberada del cuerpo para entrar dentro de su siguiente existencia. Normalmente no hay ninguna creencia solemne final. Dentro de las tradiciones secretas del budismo tibetano encontramos numerosas doctrinas que se interesan por los problemas centrales de la existencia humana, los senderos avanzados del autoconocimiento y en el proceso de la muerte. A esta última categoría pertenecen las enseñanzas que popularmente conocemos como las instrucciones del “Libro Tibetano de los Muertos”. Los tibetanos consideran que el confrontar el problema de la muerte y su posible transformación, más allá de los estados intermedios que dividen nuestra existencia presente de otras futuras, es un trabajo de gran importancia. Posteriormente, ésta tarea debe ser resuelta —o por lo menos adecuadamente anticipada— durante esta vida. El Bar-do thos-grol, o Libro Tibetano de los Muertos, se ocupa del estudio y análisis de los eventos que ocurren durante el proceso psico-fisico de la muerte, las experiencias que se puede esperar acontezcan en los planos intermedios entre la vida y el renacimiento así como la oportunidad de desarrollo y liberación que ésta difícil transición nos ofrece. Sin embargo, a pesar del amplio conocimiento que posee la tradición budista tibetana acerca de éstos estados alternos de existencia y de los potenciales cognoscitivos de la mente humana, la relevancia auténtica de las enseñanzas tibetanas acerca de la muerte, recae en su orientación práctica dirigida hacia el aprovechamiento, apreciación y entendimiento de la vida cotidiana. El tantrismo budista es generalmente dividido en cuatro sistemas de práctica, correspondientes a distintos niveles de habilidad espiritual: los a) Tantras de Acción, b) Tantras de Ejecución, c) Tantras de Unión y d) Tantras de Suprema Unión. Éste último y más elevado sistema de práctica, tiene como meta el utilizar y transformar de forma definitiva la experiencia de la muerte, los estados intermedios y el renacimiento, en una oportunidad de crecimiento y madurez, conductiva a la plena actualización de los potenciales humanos y la obtención de la iluminación. Esto es posible gracias a la aplicación de una serie de metodos o “yogas”, creadas con base en las experiencias internas que acontecen durante el proceso del morir, permitiéndole al yogui (practicante) reproducir y controlar éstos eventos con el objetivo de reconocer los estados mentales más sutiles y poderosos que naturalmente surgen durante ésta difícil transición (la naturaleza más sutil y poderosa de la mente, la conciencia de la Luz Clara de la Mente, equiparable a la mente de un Buda). Estados que, generalmente, pasan desapercibidos por el Individuo sin poder ser aprovechados. Debido a que éstas yogas se basan en la simulación interna de la muerte, es importante que el practicante conozca y entienda con precisión qué es lo que acontece psico-fisiológicamente durante esta experiencia. La descripción tántrica de estos eventos se basa en una complicada teoría médica que describe a nuestro organismo como un compuesto de energías, estados de conciencia, órganos vitales, fluidos, venas sutiles de energía neurales, (estructuras compuestas de las cargas de energía masculina y femenina que recibimos de nuestros padres al nacer). Como producto del colapso colectivo de estos sistemas de sustentación de la vida física, las conciencias más sutiles son liberadas y la muerte acontece. Sin embargo desde la óptica budista, esto no implica la cesación de la conciencia sino por el contrario, el principio de una nueva etapa de vida. En este contexto, la experiencia del sueño, contemplada bajo nuevos parámetros, es utilizada como una herramienta de simulación del proceso del morir, por lo que el practicante, al lograr el dominio de la atención durante éste estado, generalmente inconsciente, simultáneamente obtiene acceso a la misteriosa naturaleza de la conciencia de la muerte. Es así que el estudio del proceso de la muerte es para el practicante del tantra un fascinante medio hábil para aprender a vivir de forma despierta, y para prepararse para esta difícil transición, utilizándola a su favor en el escalonado proceso de la autorrealización.

"Los Upanishad" Con ellos se inicia la creencia en la reencarnación de las almas.

El significado etimológico del término "Upanishad" es "sentarse (shad), devotamente (ni) cerca (upa)", siendo el indicativo de como eran aprendidas las doctrinas por los alumnos que se reunian en pequeños concilios sentados cerca de sus maestros. Los Upanishads constituyen la parte final de los Vedas, fuente perdurable de conocimiento espiritual. Literalmente significa "conocimiento sagrado y secreto" así como los textos que documentan esos secretos.
El tema central es el monoteísmo o no dualismo, la delineación del Concepto Ser Supremo. Su característica: la universalidad y la total ausencia de dogmatismo siendo una expresión de la más alta filosofía concebida por el ser humano.
Los Upanishad no son trabajos de un solo autor, son recopilaciones que transmiten sus conceptos en forma de relatos, parábolas, discusiones informales y diálogos íntimos, el método que adoptan es más poético que filosófico. Los Conforman una biblioteca de 108 Upanishads que constituyen en cierto modo el Vedanta (Veda-anta o fin de los Vedas), la literatura original del Hinduismo, las últimas enseñanzas, el máximo nivel metafísico logrado luego de siglos de realismo Veda, cada líder espiritual se ha esforzado por recapturar la esencia de estos textos inmortales. Estas recopilaciones se dividen en dos arquetipos de conocimiento; Elevado ( para) y el inferior (apara). El Apara radica en el conocimiento sagrado que se relaciona con las cosas y placeres efímeros, así como con las ciencias y artes empíricas. El Para se entiende como el conocimiento del "Yo Individual", es lo que da la suprema sabiduría,en varios textos se afirma que el "Yo individual" es la conciencia (caintanya), se dice que el Yo individual es la luz de todas las luces que es auto-luminoso. Los Upanishad no piden encontrar la sabiduría en un guía que sólo sea un erudito sino que sea el poseedor de la experiencia absoluta. El conocimiento del Yo individual como tema principal de los Upaṇiṣad es la naturaleza del Brahman (el alma universal) y la doctrina fundamental expresada es la identidad del atma (alma de cada individuo) con el Brahman esta doctrina de unidad denota el origen de toda existencia.
Al Brahman-Atman se le concibe de dos modos:


  • Desde el punto de vista Cósmico (saprapañca), como el terreno totalmente inclusivo del universo.

  • Desde el punto de vista Acósmico (nisprapañca), como la realidad de la cual el universo no es más que una apariencia.

  • Estas dos formas conceptuales causan la divergencia entre las las corrientes Teísticas y Absolutistas del Vedanta.


El Brahman observa dos formas diferentes al mundo:



a) Teoría de la transformación (parinamavada) el mundo es una emanación del Brahman.



b) Teoría de la transfiguración (vivartavada) el mundo es una apariencia del Brahaman.

La fuente del universo no es una categoría de la materia, sino el espíritu supremo.
De acuerdo con los puntos de vista cósmico y acósmico el alma no es diferente en esencia al Brahman, es el cuerpo psicofísico con el que se asocia durante el proceso transmigratorio, el que lo hace parecer diferente, al someterse a esta limitante, se verá que el alma es igual al espíritu sin dualidad.
En los Upaṇiṣhad se dice que el hombre está conectado con Dios y puede llegar a identificarse con él «a través del hilo que une este mundo con el otro mundo y con todas las cosas», todo lo que sucede está en constante cambio, siguiendo un ciclo que se repite.
En ese ciclo, cada ser persigue realizar su dharma, aquello para lo que está hecho, el dharma del ser humano consiste en alcanzar la salvación y unirse a la divinidad. Los Upaṇiṣad expresan las formulaciones de esta verdad doctrinal. En los Upaṇiṣad se habla de otros temas como la naturaleza y propósito de la existencia, diversas formas de meditación y culto, salvación y se expone de manera detallada la teoría de la transmigración de las almas.

"Los Vedas" escritos fundamentales en la tradición Hindú

La tradición Hindú tiene sus raíces en los Vedas que significa "conocimiento" o "sabiduría". Se denomina Vedas a los cuatro textos sánscritos, constituyen el extenso sistema de escrituras sagradas del hinduismo. Estos escritos constituyen la base de las creencias hindúes y que revelan un desarrollo gradual de ideas religiosas. Estas cuatro colecciones de escritos son:
RIG-VEDA El principal y mas antiguo de los cuatro Vedas que contiene en diez libros llamados Mándalas, 1.028 Suktas o himnos en sánscrito compuestos en varias métricas poéticas y un total de 10.572 versos estos fueron utilizados por los hotri (recitadores), que invocaban a los dioses leyendo en voz alta estos himnos, especialmente a Indra y a Gañí.
El más antiguo de sus himnos ha sido fechado (de acuerdo a ciertos cálculos astronómicos) entre el 4000 y el 2500 a.C. mientras que otros estudiosos los fechan entre el 1400 y el 1000 a.C.
El Himno 90 del Libro 10 contiene un interesante mito de la creación. Todo cuanto existe surgió del sacrificio de Purusha. Purusha tenía mil cabezas, mil ojos y mil pies; cubre el universo por todas partes y se extiende diez dedos más allá.Purusha es todo, lo que ha habido y lo que habrá; manda sobre la inmortalidad y crece con el alimento sagrado.


Tal es su grandeza, y es aún más grande; todas las criaturas son una cuarta parte de él, y tres cuartos lo inmortal en el cielo.Con tres cuartos ascendió al cielo y un cuarto de él permanece aquí, se esparce por todos lados y llena todos los seres que se alimentan y los que no se alimentan. De Purusha nació Viraj, la realidad visible, y de Viraj nació otra vez Purusha. Cuando los dioses usaron al nuevo Purusha como ofrenda en sacrificio, la mantequilla fue la primavera, la madera fue el verano y la oblación el otoño.A Purusha rociaron sobre la hierba sagrada. Fue la víctima que ofrendaron dioses y sabios.

Con la mantequilla que se juntó al concluir el sacrificio, se formaron las aves y los animales silvestres y domésticos. De ese sacrificio en el que todo fue ofrecido nacieron los versos y los cantos, la métrica de la poesía y las fórmulas mágicas.
Y también los caballos y los animales con dientes cortantes en ambas quijadas y las vacas, las cabras y las ovejas.Cuando dividieron a Purusha ¿Cuántas partes separaron? ¿Qué pasó con su boca, qué pasó con sus brazos, qué pasó con sus muslos y con sus dos pies?Su boca se volvió el sacerdote, sus brazos los nobles, sus muslos el pueblo y sus pies los sirvientes. La luna nació de su mente, el sol de su ojo. De su boca surgieron Indra, grande entre los dioses, y Agni, el fuego, y de su aliento nació Vayu, el viento. De su ombligo se originó la atmósfera; de su cabeza, el firmamento; sus pies formaron el polvo de la tierra y sus oídos señalaron las cuatro regiones del cielo. EL YAJUR-VEDA, El término yajurveda es un tatpurusha (compuesto sánscrito) formado por yajus: ‘sacrificio’ y veda ‘conocimiento’
Hay dos versiones primarias del Yajur Veda:
Shukla Yajurveda: Este Yajurveda Blanco consiste en 40 libros de himnos védicos. Posee dos recensiones (shakhas: ‘ramas’) casi idénticas. Krishna Yajurveda: Este Yajurveda Negro contiene todo el texto del Shukla Yajurveda, y tiene comentarios en prosa adicionales. Existen cuatro recensiones de este texto. La más conocida es el Taittiriya-Samhita. Consta de 8 libros o kandas, divididos en capítulos o prapathakas. Éstos a su vez se subdividen en himnos individuales. El Yajur Veda contiene fórmulas para los sacrificios (en sánscrito yaja significa 'sacrificio'). Era utilizado por los adhvaryu, sacerdotes que recitaban los himnos apropiados del Yajur-Veda mientras llevaban a cabo los sacrificios.
La tradición, especialmente la de los Puranas, registra una leyenda que relata este hecho. Cuenta la leyenda que Vaisampayana, un discípulo de Vyasa que había recibido de él el Yajur-Veda, habiendo cometido una ofensa, deseó que sus discípulos le asistieran en el cumplimiento de algún acto expiatorio. Sin embargo, uno de ellos, Yajnavalkya, propuso que él solo debía ser quien realizara todo el rito. Vaisampayana, enojado por lo que consideraba ser un acto de arrogancia de su discípulo, pronunció una maldición sobre él, cuyo efecto fue que Yajnavalkya vomitó todos los textos Yajus que había aprendido de Vaisampayana. Los demás discípulos entre tanto habían sido transformados en perdices (tittiri), cogieron estos textos mancillados y los guardaron. De ahí que estos textos se llamen Tainiriyas. No obstante, Yajnavalkya, deseoso de obtener unos textos Yajus, rezó al Sol con toda devoción y éste le concedió su deseo: "obtener unos textos que no fuesen conocidos por su maestro".» Causa de la existencia de dos Yajus-Vedas, considerándose que el Negro es el más antiguo de los dos.
SAMA-VEDA El Sama-Veda contiene pasajes en verso tomados en su mayoría del Rig-Veda. Fueron utilizados por los udgatri (cantores) que cantaban estos himnos o melodías (en sánscrito, sama), las canciones se ejecutaban con ritmos (tala) y melodías tradicionales (raga); el Sama contiene la música para los cantos usados en los sacrificios del Rig Veda exorcismos y encantamientos; creencias y por fin plegarias devocionales.
ATHARVA-VEDA Parte del cual la tradición atribuye a un rishi llamado Atharvan, está compuesto casi en su totalidad por una amplia variedad de himnos, conjuros y encantamientos mágicos. Debido al carácter personal y local que tenía la utilización de estos Veda, en un principio no se aceptaron como escrituras de autoridad por la naturaleza desviada de su contenido. Su reconocimiento final como uno de los Veda se debe a su adopción como manual para rituales por los brahmanes, la cuarta y más alta clase de sacerdotes que oficiaban los sacrificios. En los tres anteriores Vedas se describen el poder y el misterio de los dioses, mientras en éste se menciona la posibilidad para el hombre, de adquirir ciertos poderes y descubrir ciertos misterios gracias a su propio esfuerzo. Esto es lo especial que tiene. Sólo en este Veda se ponen al alcance del hombre el hatayoga, el tiraskarani vidya y el ashtayoga. No hay que olvidar, por supuesto, que si gana la gracia de Dios, el hombre puede adquirir facultades que le resultarían imposibles de alcanzar por otras vías.
Las secciones más tardías de los Vedas son conocidas como los Upanishads. Estos escritos védicos son considerados como inspirados. Los escritos hindúes posteriores, incluyendo el renombrado Bhagavad Gita, son de una autoridad inferior.

9.23.2007

El Hinduismo

"El hinduismo no divide para siempre la vida y la muerte,
la vida sigue a la muerte y la muerte a la vida,
tampoco se aferra a la identidad:
hoy estamos aquí de una manera,
después volveremos de otra forma"

El Hinduismo, tiene una antigüedad al menos de 3500 años.considerada una de las doctrinas más antiguas del mundo, surge de la religión védica, convirtiendose años después en el brahmanismo.
En la época védica se pensaba que al morir, el cadáver era devorado por la pira funeraria, pero sus múltiples almas (asu, atman, prana, manas), pasaban al mundo de los muertos, al reino de Yama conducidas por Agni y Martus, el fuego y la lluvia. El reino de Yama (lugar donde van los buenos), “en el más alto cielo, en el sol” lugar de gran belleza y felicidad, centro de reunión con los familiares y la gente del pueblo que ha muerto. El muerto adquiere un nuevo cuerpo renovado. Al Naraka (bajo tierra) van los malos, donde “quedan sentados en medio de un río de sangre, comen pelo, beben lágrimas de uno que lloró al ser derrotado, o el agua con que lavaron a un muerto”.
Es hasta el S. VII-VI a. C, que el Movimiento Upanishad que constituye la parte final de los Vedas, cumbre de la antigua filosofía hindú, han sido definidos como "Los Himalayas del Alma" con ellos se inicia la creencia en la reencarnación de las almas. El hinduismo no divide para siempre la vida y la muerte, la vida sigue a la muerte y la muerte a la vida, tampoco se aferra a la identidad: hoy estamos aquí de una manera, después volveremos de otra forma. Cuando se nace, se tiene ya una serie de historias pasadas, otras vidas. La existencia está conformada por ciclos de reencarnaciones. La ley de la eterna reencarnación del alma (punarjanma) así como su correspondiente renacer o samsara (trasmigración de las almas) forman parte del pensamiento filosófico y religioso de la India. Su símbolo es una rueda, la cadena sin fin del renacer. La adhesión a las cosas, la ignorancia impide ver la realidad como es, “su superación lleva a una visión directa del Brahamán y a la unidad en lo existente”. El alma eterna, el atman, está desterrada en el cuerpo. Como un ave, va volando de cuerpo en cuerpo, sin fin durante toda la duración de un ciclo cósmico, antes de fundirse en el Brahamán, pero las malas acciones la hacen descender en la escala de los seres, para renacer en un hombre de categoría inferior (karma), o incluso de un animal, por el contrario sus buenas acciones, la elevarán hasta alcanzar el Brahamán, claro que para esto, podrían pasar por miles de vidas antes de llegar a la liberació. En la concepción hinduista, las almas van adquiriendo su condición, divina, animal o humana, según sea el momento del proceso en que se encuentre, en función de la ley del karma (sánscrito kar-mano igual a acción), consiste en un principio de retribución: quien la hace la paga. En el curso de este proceso de miles de vidas, cabe la posibilidad de estar en el rango de los dioses como el de volver a caer en la miseria y el anonimato. La tradición hinduista hace la distinción entre el cuerpo físico, llamado sthula-sarira, y el cuerpo sutil suksma-sarira, el primero es tangible, visible, el segundo es transparente y por ello próximo al espíritu, “Las acciones humanas dejan su huella en el cuerpo sutil, que circunda al alma y hace de campo de continuidad entre el alma y el cuerpo físico. Al morir, el alma y el cuerpo sutil abandonan al cuerpo físico para que el alma sea retribuida en el otro mundo según sus méritos o deméritos y para proporcionar al alma un cuerpo que se adapte a una nueva reencarnación”. Bajo esta ley del dharma-karma la existencia es el resultado de las acciones acumuladas en las vidas anteriores, un buen proceder proporciona un mérito (punya) destinado a fructificar en esta vida o en otra por venir, en cambio actuar mal genera un demérito (papman) que provocará sufrimientos en la vida o vidas por venir. Este principio del karma se traducirá en nacimientos más nobles o inferiores en función del comportamiento general realizado durante la vida anterior o las vidas anteriores (se acumula). Aunque pudiese sonar fatalista, para el hindú esta doctrina, invita a interpretar la condición humana, como una ocasión privilegiada que tiene el alma para cambiar el curso de su destino, devuelve la propia responsabilidad a la persona y su acción en el presente. Es entonces que la acción "vuelve a encontrarse con su autor en el extremo del mundo". La muerte entonces sería una oportunidad de “ir pagando la deuda”, de avanzar en el proceso evolutivo hacia la liberación, que sólo llega cuando uno se libera de los deseos, que son perturbadores del espíritu, es necesario dominarlos a todos y concentrarse, únicamente en el yo, quien logra dominar los sentido se vuelve sabio, de otra manera el ser humano está perdido, pues del "deseo nace la cólera, que engendra al extravío obnubilando la mente, que hará desfallecer la razón haciendo naufragar el pensamiento”. Pero quien logra atravesar el exterior con los sentidos liberados de apegos y odios, tiene el espíritu disciplinado y alcanza la paz, donde se halla el fin de todo sufrimiento.

Tradición en las civilizaciones Hindú y China, "Principio de Unidad"

En la civilización Hindú, su unidad es de orden pura y exclusivamente tradicional: comprende, en efecto, elementos pertenecientes a razas o agrupaciones étnicas muy diversas, y que pueden llamarse igualmente "hindúes". La unidad hindú tiene su base en el reconocimiento de una cierta tradición, que envuelve todo el mandato social, esta tradición de que se trata no sólo es religiosa sino de un orden más intelectual y metafísico en su esencia a lo que se agrega, a otras tantas dependencias y prolongaciones, aplicaciones diversas, ya sea en algunas ramas secundarias de la doctrina misma, como la referente a la cosmología y al orden social, por lo demás, está determinado estrictamente por la relación que se establece entre las formas respectivas de la existencia cósmica y la existencia humana. La tradición puede confundirse con la civilización; misma que algunos sociólogos definen como "el conjunto de técnicas, de las instituciones y de las creencias comunes a un grupo de hombres durante un cierto tiempo".
La civilización China es la única cuya unidad es esencialmente, en su naturaleza, una unidad de raza; su elemento característico, bajo este aspecto, los chinos lo han llamando gen, que se puede interpretar, como "solidaridad de la raza". Esta solidaridad, que implica a la vez la perpetuidad y la comunidad de la existencia, se identifica por lo demás a la "idea de la vida", aplicación del principio metafísico de la "causa inicial" a la humanidad existente; traducción de esta noción al dominio social, con la puesta en obra continua de todas sus consecuencias prácticas, de donde se desprende la excepcional estabilidad de las instituciones chinas. Es esta misma concepción la que permite comprender que la organización social se funda sobre la familia , prototipo esencial de la raza, la parte metafísica de la tradición, en China más que en cualquier otro sitio, está claramente separada de todo el resto, de sus aplicaciones a los diversos órdenes de pragmatismos; no obstante, esta separación, por profunda que pueda ser, no podría llegar hasta una interrupción, que tendría como efecto privar de todo principio real a las formas exteriores de la civilización.
En China, la separación, por una parte, una tradición metafísica, y, por otra, una tradición social, independientes una de otra, la tradición metafísica ha permanecido como exclusiva de una elite intelectual, mientras que la tradición social, en razón de su naturaleza propia, se impone igualmente a todos y exige al mismo grado su participación efectiva.
La tradición metafísica, bajo la forma del "taoísmo", es el desarrollo de los principios de una tradición más primordial, contenida concretamente en el Yi-king y que es de esta misma tradición donde fluye enteramente. Lo que constituye propiamente la forma tradicional religiosa y el pensamiento metafísico puro del pensamiento teológico, es decir, de las concepciones en modo religioso, y también, por otra parte, lo que la distingue del pensamiento filosófico.
Es en estas diferencias donde encontraremos verdaderamente, los principales géneros de concepciones intelectuales, los caracteres fundamentales de los modos generales y esenciales de la intelectualidad oriental.

9.21.2007

Las Grandes Civilizaciones del Oriente

Hay varias civilizaciones orientales claramente distintas, y de las cuales cada una posee, un principio de unidad que le es propio, y que difiere de una a otra; por diversas que sean, todas tienen algunos rasgos comunes, principalmente bajo el aspecto de los modos del pensamiento, y eso es lo que permite decir precisamente que existe, de una manera general, una mentalidad específicamente oriental.
Podemos dividir el Oriente en tres grandes regiones:

  • Oriente próximo comprende todo el conjunto del mundo musulmán
  • Oriente medio está constituido esencialmente por la India
  • Extremo Oriente, la China e Indochina


Estas tres divisiones generales corresponden bien a tres grandes civilizaciones completamente distintas e independientes, que son, si no las únicas que existen en todo el Oriente, sí las más importantes y aquellas cuyo dominio es con mucho el más extenso. El Oriente próximo, que comienza en los confines de Europa, se extiende no sólo sobre la parte de Asia que está más cerca de ésta, sino también, sobre todo el Africa del Norte; Las poblaciones beréberes de Africa del Norte no se han confundido nunca con los árabes que viven sobre el mismo suelo, y es fácil distinguirlos, no sólo por las costumbres especiales que han conservado o por su tipo físico, sino también por una suerte de fisonomía mental que les es propia. Al lado de este grupo árabe, encontramos dos grupos principales Turco y Persa; GrupoTurco: comprende sobre todo pueblos de raza mongol, como los turcos y los tártaros; estos dos grupos árabe y turco, a pesar de algunas diferencias rituales y legales, forman un conjunto único que se opone al grupo persa. Llegamos pues aquí a la separación más profunda que existe en el mundo musulmán, separación que se expresa ordinariamente diciendo que los árabes y los turcos son "sunnitas", mientras que los persas son "shiitas".En la India, se encuentran elementos musulmanes por todas partes, y los hay incluso en China. Por otra parte Persia debería vincularse, étnica e incluso geográficamente, al Oriente medio; población enteramente musulmana. Es de considerar en ese Oriente medio, dos civilizaciones distintas, aunque tengan manifiestamente una cepa común: una es la de la India, y la otra la de los Antiguos Persas; pero esta última ya no tiene hoy, como representantes, más que a los parsis, que forman agrupaciones poco numerosas y dispersas, unas en la India, en Bombay principalmente, y las otras en el Cáucaso.La segunda de nuestras grandes divisiones, más que la civilización propiamente india, o más precisamente hindú, que abarca en su unidad pueblos de razas muy diversas: entre las múltiples regiones de la India, y sobre todo entre el norte y el sur, hay diferencias étnicas; pero todos estos pueblos tienen no obstante una civilización común, y también una lengua tradicional común, que es el sánscrito. La civilización de la India, en algunas épocas, se ha extendido más hacia el este, y ha dejado huellas evidentes en algunas regiones de Indochina, como Birmania, Siam y Camboya, e incluso en algunas islas de Oceanía, en Java concretamente.Por otra parte, de esta misma civilización hindú ha salido la civilización búdica, que se ha extendido, bajo formas diversas, sobre una gran parte del Asia central y oriental.En lo que concierne a la civilización del Extremo Oriente, que es la única cuyos representantes pertenecen todos verdaderamente a una sola raza, es propiamente la civilización china; se extiende a Indochina, y más especialmente a Toukin y Annam; pero los habitantes de estas regiones son de raza china, ya sea pura, o mezclada con algunos elementos de origen malasio, aunque están lejos de ser preponderantes. Hay lugar a insistir sobre el hecho de que la lengua tradicional inherente a esta civilización es esencialmente la lengua china escrita, que no participa de las variaciones de la lengua hablada, ya se trate, por lo demás, de variaciones en el tiempo o en el espacio; un chino del norte, un chino del sur y un anamita pueden no comprenderse al hablar, pero el uso de los mismos caracteres ideográficos, con todo lo que implica en realidad, establece entre ellos un lazo. En cuanto al Japón, se vincula al Extremo Oriente en la medida en que ha sufrido la influencia china, aunque, por otra parte, posee también, con el Shinto, una tradición propia de un carácter muy diferente. En cuanto a la Civilización Tibetana, esta civilización, en algunos aspectos, participa a la vez de la India y de la China, aunque presenta caracteres que le son absolutamente especiales. Así pues, hemos de considerar a tres grandes civilizaciones orientales, que corresponden respectivamente a las tres divisiones geográficas que hemos señalado primeramente, y que son las civilizaciones musulmana, hindú y china. Para hacer comprender los caracteres que diferencian más esencialmente a estas civilizaciones unas en relación a otras, lo mejor que podemos hacer es exponer tan claramente como sea posible los principios sobre que reposa la unidad fundamental de cada una de ellas.

Texto extraido del libro "Introducción General al Estudio de las Doctrinas Hindúes" de René Guénon Capítulo I Las grandes divisiones de Oriente

RENE GUÉNON, sus escritos constituyen la guia más completa en las doctrinas hindúes

"En un mundo donde la única Verdad es ignorada o incluso negada"
Hay quien confunde Verdad con utilidad, puesto que todo es relativo para ellos: los materialistas; o confunden Verdad con especulación puramente individual y subjetiva, inventada en base a sus propias fantasías y elucubraciones.
René Guénon descubre al mundo moderno que siendo la Verdad una sola, expresión única del Principio Creador y Regulador del universo, ésta se halla en la Tradición Unánime revelada una y otra vez a los diversos pueblos en todas las épocas. Su obra inmensa escudriña cada aspecto de las distintas corrientes iniciáticas con una erudición vastísima unida a una solidez monolítica de pensamiento. Puede asegurarse que sus escritos constituyen la guia más segura y completa para todos cuantos desean profundizar en la inmensa vastedad de los auténticos caminos interiores.

Las Doctrinas Orientales

Iniciar un estudio serio y profundo entre Doctrinas Orientales y en particular de las Doctrinas Hindúes no es tarea fácil . La primera condición requerida para tal estudio, esencial es tener la mentalidad adecuada para comprenderlas verdadera y profundamente; ésta es una aptitud; condición necesaria que puede considerarse como suficiente, ya que para los orientales comunicar su pensamiento no ofrece ninguna dificultad.
Las civilizaciones orientales, las que nos interesan en el presente, se han continuado hasta nosotros sin interrupción, tienen todavía representantes autorizados, cuya opinión vale incomparablemente, para su comprehensión.